Esposas

Las esposas (también conocidas como esposas, esposas de mano o esposas para abreviar) se utilizan para atar las manos y (de forma ligeramente modificada) los pies. Constan de dos anillos metálicos unidos entre sí. Ambos anillos están provistos de un mecanismo de cierre.

Es importante asegurarse de que las esposas utilizadas no sean unas baratas de 5 euros con felpa de colores. Las esposas baratas pueden romperse muy rápidamente y a menudo pueden ser abiertas por el usuario.

Los primeros usos de las esposas se remontan a la Edad Media. En aquella época, aún consistían en dos mitades semicirculares de bandas de hierro que se unían entre sí mediante candados. Entre las esposas medievales se colocaban enormes cadenas para restringir aún más la libertad de movimientos. John J. Tower y Edward D. Bean inventaron el mecanismo de cierre interno de las esposas modernas hacia 1860. El mecanismo actual se basa en la patente de Harold Wessen/Peerless de 1932.